Muy buenas, queridos y queridas. La verdad es que no tenía previsto este parón en el blog pero surgió así. Después de dos meses de inactividad total pienso volver a retomar un buen ritmo de publicaciones y pienso hacerlo con muchas ganas. Y digo con muchas ganas porque las tengo. Ganas es lo que me han faltado estos dos meses.
No pensaba que esto funcionara de esta manera pero así ha sido. Estoy embarazada, vamos a tener un churumbel y esta pequeña criaturilla me ha estado consumiendo durante el primer trimestre. Nunca había estado tan cansada en toda mi vida. Te hablan de náuseas, vómitos y demás pero nadie te dice (por lo menos a mí) que vas a tener un cansancio extremo. Yo me levantaba ya cansada, "¿cómo es posible si acabo de dormir un porrón de horas?" A las 12 del mediodía me sentía como si hubiera corrido cinco Test de Cooper.
Así que he estado haciendo algo que no había hecho nunca: NADA. Tumbarme en el sofá y no hacer nada durante horas. Parece guay pero no lo es tanto. Yo estoy acostumbrada a hacer mil cosas y al no poder hacerlas el sentimiento de culpa, no valgo para nada, soy una falsa, etc. te atormenta un poquillo.
Hace un par de semanas empecé a ver la luz. Poco a poco me he ido encontrando mejor y ahora estoy a tope de fuerzas y con ganas de retomarlo todo y hacer mil cosas a la vez.
Así que amigas, el blog vuelve. Quizá veáis por aquí cosillas relacionadas con el mundo del bebé, pero es normal. El blog soy yo, sin trampa ni cartón, y lo que a mí me pase se va a ver reflejado en este espacio.
Estaré encantada de que me acompañéis en esta nueva etapa.
¡Un abrazo!
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